9 de julio de 2010

Una canción para que duermas... tan suave y despacito... que solo quiero que cierres los ojos
descansa... mañana será otro día... todo irá más lento ahora...

Dejas tu cuerpo caer, y sientes volar tan bajo... el mundo es distinto ahora, y un estridente sonido hace perder la conciencia... voces y más voces, rugidos que te hacen tener miedo...

Una pesadilla, un horror... algo tan extraño que no podrás explicar mañana... todo se cierra, y tu visión es oscura, no sientes nada...

Al fondo... un grupo de niños, cantan felices
en lo profundo de el bosque... bailan , y se susurran a los oídos

Los ojos, que antes los miraban, pálidos como la nieve
la canción, tus oídos hace temblar, y ahora sueña...

¿Como voy a explicar esto que oigo?
El silencio de una bestia, el grito de los pájaros, y camino hacia ellos...

La luna se vuelve roja y los arboles...
siento que algo va mal, y los niños se unen a jugar , son sus fantasías...

Un sonido que te absuelve, un juego que te entretiene... y no puedo explicar lo que oigo.

Los gritos, las bestias, los juegos
me convierto en un animal... siguen jugando, siguen cantando... pero todo es distinto.

Al otro lado

Es hora de ver el destino, otros ojos, otra cara, y escribir esas paginas en blanco ocultas bajo el desagradable silencio de las paredes de esta celda.

Ir al lugar donde no pertenecemos aún, y esperar recordar lo sucedido
ver a los enemigos retorcerse, y a ti junto a otros más en otros mundos...

Son muchas cosas, y muchas por ti, aun tengo mucho por callar y poco que decir
he vuelto a perder el sentido, y me envuelvo en sales de mar para poder limpiar mi alma...

De nuevo el silencio vuelve a ser agradable, y los ruidos de la mañana, se callan esta noche, dejo mi cuerpo descansar... y pienso.

Dije, gritando al olvido, si tengo que llorar, lloraré por lo que he echo en el pasado y no lo repetiré en el futuro... sea este el fruto de la vida.