25 de abril de 2012

Caronte.

Extiende sus manos y roza,
lo que un día fue cuerpo,
ahora se convierte en rosas.

Entre el daño y mariposas,
confundías la locura,
pero ahora corres una nueva aventura.

Pasos que se borran,
sollozos que despiertan,
aquellos ojos que se cierran.

Los demás aquí seguimos
me digo "despierta"
y mis ojos miran como se abre la puerta.

Dos sogas de tela,
te elevan hasta la esfera,
Dos sogas de tela,
te sumergen en la tierra.


La larga pena de descubrir que siendo el último eslabón de una pasada generación vives condenado a ver pasar el tiempo, escuchar fases y momentos de un lejano pasado donde al parecer "siempre era mejor"... ¿ Cuantas veces más veré cruzar el Aqueronte... ?


Qué más da... algún día yo también conoceré a Caronte.

20 de abril de 2012

Cantando con los miedos.

Cuanto más puedes permanecer,
cuanto más te obligaron a crecer y sin control,
os enseñaron demasiado bien.

Cuan lejos puedes ir,
si una madre ya no espera,
y desaparece en la niebla...

Es ahora el llanto de la noche,
el aliento, la sed, el hambre,
una jarra de agua fría sobre la piel…

Recuerda cuando eras un niño,
que lejos está, le gritabas a la mañana,
"corre… ven ya" y cuando lo hacía, era muy tarde.

Intentas despertar, y no comprendes,
dentro, fuera, arriba, abajo, es todo un sueño,
corre o frena, y todos los días son una confusión.

Otra vez los sueños me mantienen despierto
no comprendes ¿Qué es real?,
y ahí sigues, cantando con los miedos.

Silencios rotos en la habitación, un grito a media noche,
la habitación encierra secretos por descubrir,
la noche transforma, un souvenir desde la oscura mente hasta la cuna.

Frente a ti, se acerca,
figura humana que aterra, y aun dudando de la irrealidad sientes,
unos grandes ojos de alguien que te observa.

15 de abril de 2012

Bajo tierra.

Entrando al salón real... cogidos de la mano, apartándose las personas que allí están,
comienza la música a sonar.

La banda parece concentrada en las partituras que cabalgan sobre los soportes del mundo real, sujetadas por los patrones... cinco líneas repletas de notas, fusas, semifusas, negras y un largo etcétera.... En el centro del castillo el único tragaluz ilumina nuestras caras. Rodeados los dos por montones de personas que ven su cuerpo como una simple forma de portar su cabeza, estáticos, paralizados... regidos por el lado opuesto al color, nadie se mueve...nadie dibuja en su mundo de sombras blancas y negras... por ello decidimos olvidarles y nos ponemos a crear en una escala cromática diferente... rojo, azul, marrón, verde...

Aparecen movimientos que no existían en el mundo real, ni conocíamos, ni habríamos llegado a crear por separado, colores que siquiera estaban registrados.

Juntando lo onírico a lo lógico surgió un nuevo concepto, un nuevo sentido a la percepción... otro tono, otro olor, otro tacto, otro sonido, otro sabor.

Allí abrimos un hueco en la tierra para cobijarnos en él del frío, del calor, de la lluvia, del sol, cavar hondo, muy hondo, y decorar nuestra caverna con pinturas rupestres disfrutando allí de nuestros sueños , todos por hacer.