5 de septiembre de 2016

Tiempo

Hacía mucho que no cogía y me sentaba a pensar. No es que esté todo perfecto, ni mucho menos pues aún espera el Champagne en la nevera y sin abrir, y otros tiempos venideros ahí se encuentran, en la luz, mientras apareces tú, conmigo, en las sombras de algo incontrolable e inestable. Un mal trago por la mañana que durará hasta la noche y un beso nos calla, y nos hace querer seguir.

A luz tenue imagino cuentos y cuadros mientras observo un reloj viejo y mohoso, medio loco, que cambia las agujas a todas horas. ¿Cómo te pido lo que quiero? Sólo Imagíname allí, en el primer día que corrí, sin miedos y con risas a las salidas de los bares. Entre el frío y los abrigos rejuntados sobre las aceras.

Siento que el camino se estrecha, a mitad de la larga y tardía travesía empiezo a titubear, observar y pensar qué , quién, cómo, cuándo y saber si estarás ahí cuando ya no tenga nada que hacer y el tiempo devore mis entrañas.

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